Reflexión

Quiero ser arquitecto

La carrera de arquitectura es, junto a medicina, una de las más vocacionales y duras. Para poder conseguir el título de arquitecto, es necesario mucho trabajo y esfuerzo durante los 5 años que dura el grado, eso si consigues acabar en el tiempo previsto. A pesar de que el estudio es un aspecto que sí se puede hacer a más velocidad, dependiendo también de las capacidades de cada uno, los proyectos durante el grado y durante tu carrera como arquitecto precisan de mucho tiempo para poder conseguir buenos resultados.

Al fin y al cabo, un arquitecto no es solo una persona que construye edificios sin más. Un arquitecto tiene que ser capaz de construir un edificio que cumpla con los objetivos que se le han pedido, y, además, haga sentir a gusto a las personas que estén en él. Aquella persona que quiera dedicarse a la arquitectura debe ser aparte de alguien con sentido del espacio y de la luz, también un buen pensador, dispuesto a reflexionar sobre aquello que ve a su alrededor, y, sobre todo, una persona soñadora.

Esta titulación abarca un sinfín de posibilidades de trabajo debido a la cantidad de conocimientos que se adquieren, y por tanto requiere de mucho trabajo y esfuerzo. Por todo ello, es muy importante aprovechar el tiempo al máximo y una buena forma de hacerlo es también trabajando la creatividad a través de la fotografía, el dibujo, la lectura, la escritura y el pensamiento.

En definitiva, esta profesión implica esfuerzo, trabajo y compromiso, pero, a pesar de todo eso también es muy reconfortante. Es muy importante no dejar nunca de ser curioso y seguir formándose siempre para que el aprendizaje continuo se vea reflejado en nuestras obras.